El estrés está considerado una de las enfermedades que más afectan al estado anímico de las personas. Es producido por situaciones de tensión como competiciones, campeonatos, partidos y carreras importantes. El grado de presión que muchos deportistas son capaces de aguantar puede ser en muchos casos excesivo, algo que además de otras consecuencias, genera un gran daño en su salud oral. Dichas sobrecargas de trabajo, preocupaciones, etc tienen el riesgo de convertirse en crónicas, afectando a la salud general, al estado físico y psíquico de quien lo padece.
En los momentos de estrés la salud bucodental es uno de los parámetros que más se resiente. Especialmente este daño es producido por una mala alimentación, una descuidada higiene dental o la tendencia a realizar malos hábitos para calmarse; como fumar, beber más alcohol, morderse las uñas y un amplio etcétera.
El Dr. Iván Malagón ha publicado diferentes artículos sobre esta tema, apuntando: “La manera más efectiva de reducir todos los daños que el estrés y la ansiedad han causado a los dientes es someterse a una limpieza dental profesional y, además, mantener una correcta higiene bucodental cepillándose los dientes varias veces al día.” Proceso en el que por supuesto es importante el uso del hilo dental.
Como cuenta el doctor, durante el día llevamos a cabo muchos gestos y acciones de manera involuntaria que pueden dañar gravemente la salud de nuestros dientes. Por ejemplo, un gesto tan simple como morder el capuchón de un bolígrafo o un lápiz puede afectar gravemente al estado de la dentadura ya que pueden ocasionar micro roturas en las piezas dentales debido a la fuerza que se ejerce al morder esos objetos.
El desgaste dental, trastornos en la articulación temporomandibular (ATM), bruxismo, gingivitis o periodontitis se encuentran entre las posibles consecuencias que se pueden desarrollar. Para prevenir cualquier tipo de patología o complicación debemos tener unos dientes correctamente alineados, es decir, de forma que las cargas se encuentren distribuidas correctamente y dejen desempeñar su función a nuestros ligamentos periodontales sin dañarlos. En muchos casos dichas causas se deben al excesivo contacto de nuestros dientes mientras realizamos ejercicio físico. Razón por la cual, al igual que como deportistas cuidamos nuestro estado físico, también debemos cuidar el emocional.
Iván Malagón.