Por alguna razón o por otra, debemos ir a una clínica de fisioterapia. Algo que asociábamos a deportistas de élite, se ha convertido en un hábito para muchos pacientes que han descubierto que esta terapia no se trata ni mucho menos de tumbarse en una camilla y recibir un masaje. Eso sí, muchas personas se hacen la misma pregunta de primeras:
¿Cada cuándo debo ir al fisioterapeuta?
Si buscas una respuesta categórica a esta pregunta, seguramente te estarás volviendo loco debido a que cada artículo de Internet te dice una cosa distinta, ¿verdad? Lo cierto es que depende mucho del plan de entrenamiento que realices y de las necesidades de tu cuerpo. Por ejemplo, para un deportista de élite como Chema Martínez, acudir a un centro de fisioterapia es una parte inexcusable de su plan de entrenamiento.
Está claro que depende muchísimo de las condiciones físicas de cada persona y, como no, de la facilidad para lesionarse. Lo cierto es que, aunque se recomienda que las personas deportistas que realizan una actividad media-elevada acudan al fisioterapeuta al menos una vez al mes, no es una obligación.
No obstate, muchas personas piensan que acudir a estos profesionales se debe hacer solo cuando sufrimos alguna lesión, olvidándose por completo de que este no es el único objetivo de acudir al fisioterapeuta. Es más, podríamos llegar a darle la vuelta, si entendernos que la fisioterapia trabaja para EVITAR lesiones, ya que se centra en la prevención e información de los movimientos correctos en cada actividad.
Que no te engañen: la cantidad no tiene que ver con la calidad.
Es posible que veas ofertas de bonos de X sesiones de fisioterapia a un precio irrisorio, pero no te fíes de estas promociones en las que lo que se busca es, sin duda, que acudas al centro el mayor número de veces posible con el fin de fidelizarte. En fisioterapia, como en muchas otras profesiones, la calidad del profesional es importantísima. El tipo de tratamiento que te realicen ha de ser personalizado a tu caso y, muchas veces, menos es más, y una sesión de calidad puede hacer lo mismo (o más) que cuatro sesiones no personalizadas.
¿Qué condiciones debes tener en cuenta en un fisioterapeuta?
Un buen profesional realizará una valoración previa de tu caso. No te fíes de un fisioterapeuta que no te someta a un buen número de preguntas para empezar. Además, olvídate de ir a tumbarte en la cama para que te masajeen desde el minuto 1. Una buena valoración y exploración conlleva tiempo. Si esto te desespera, piensa: esta inversión de tiempo hará que me trate de forma óptima, lo que reducirá las sesiones.
Y, por supuesto, en muchas ocasiones, su actividad no terminará en el momento en que salgas del centro. Lo normal es que te envíe una serie de ejercicios para que realices en casa. Es por esta razón que es muy importante que te impliques a fondo para conseguir los mejores resultados. Además, es posible que estés manteniendo malas posturas y no lo sepas, lo que hace que una sesión de fisioterapia quede reducida a cenizas si luego mantienes un hábito dañino. La labor de fisioterapeutas es, también, “ponerte deberes” para que realices en casa.
José A. Grande.