Peligros de las bebidas isotónicas.

Los deportistas habituales someten su cuerpo a grandes esfuerzos físicos que desgastan mucho a todos los niveles. Para intentar recuperar los niveles de azúcares y electrólitos perdidos durante la sesión, además de hidratarse se suelen tomar las conocidas como bebidas isotónicas. Estas bebidas contienen altos niveles de azúcar y ácidos que ayudan a no desfallecer recuperando de forma rápida los niveles necesarios.

Para ser más exactos, los componentes habituales de este tipo de bebidas son: el agua como elemento principal, hidratos de carbono en forma de azúcar y minerales como el potasio, el sodio o el cloro, entre otros. Cómo mencionábamos antes, su composición estaba dirigida a reponer pérdidas y está indicada para aquellos que realizan un esfuerzo extremo o las condiciones durante el ejercicio son adversas. Si no es así, su uso es más perjudicial que beneficioso, especialmente para la salud oral de las personas.

Pero pese a que a los deportistas extremos les pueda beneficiar su consumo, también entraña sus riesgos en lo que a salud oral se refiere. Al tener tanta cantidad de azúcares y ácidos, los dientes son los mayores perjudicados de su consumo. El esmalte se debilita mucho ante la acción de los ácidos y provoca que el interior del diente quede más vulnerable ante el ataque de las bacterias. Las consecuencias de su consumo prolongado son la prevalencia de ciertas enfermedades orales como las caries.

Otros peligros del deporte

Además del efecto de las bebidas isotónicas, la salud de los deportistas se verá afectada si los dientes no están bien alineados. Al hacer ejercicio es muy común apretar los dientes, que estén en contacto continuo al correr, saltar… son más propensos al roce o a recibir golpes que alguien que no hace deporte con asiduidad, y los daños ocasionados por ello se intensifica mucho más si los dientes no están colocados adecuadamente. Se pueden producir roturas o microfracturas de las piezas dentales debido a una maloclusión, además de provocar dolores en los músculos y huesos en cuello, cabeza o espalda debido a las sobrecargas que generan unos dientes mal posicionados.

Recomendaciones

Para no caer en los problemas asociados al consumo de bebidas isotónicas, es fundamental que los deportistas lleven una higiene oral muy rigurosa. Esto no implica que nada más beberse una de estas bebidas corran a lavarse los dientes. En absoluto. Es más, ese hábito acentúa más los daños ya que los ácidos de dichas bebidas debilitan de por sí el esmalte y, si lo cepillamos justo después, lo erosionaremos mucho más. Es conveniente esperar una media hora antes de cepillárnoslo, pero no olvidarnos de ello.

Hidratarnos durante la práctica del ejercicio es algo muy importante. Cuando no lo estamos lo suficiente, dejamos de segregar saliva y la boca se queda seca. La saliva actúa como una especie de escudo protector de los dientes y encías frente al ataque de las bacterias y, además, si las mucosas de las encías pierden oxigenación también se vuelven más vulnerables.

La mejor forma de hidratarse es beber agua o leche, dos elementos muy beneficiosos, pero en ocasiones es necesaria una bebida isotónica tras hacer deporte extremo para reponer azúcares y minerales, pero no hay que abusar de ellas. Es necesario intensificar más nuestra higiene oral y asegurarnos de que los dientes están bien alineados para que reciban las cargas adecuadas cuando entran en contacto.

Los protectores bucales pueden ser una buena herramienta de prevención tanto para evitar que los dientes se fracturen con los golpes así como para protegerlos del azúcar y ácidos de estas bebidas.

Iván Malagón.

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