Algo muy importante a introducir en nuestra práctica habitual son los estiramientos, pero, ¿cuándo hacerlos? Yo soy muy partidario de estirar justo cuando acabamos nuestra práctica de actividad deportiva.
En mi opinión el estirar previamente, sobre todo si estamos hablando de la carrera, no tiene mucho sentido porque correr es una actividad lo suficientemente sencilla para no necesitar estirar en los momentos previos.
Pero esto no quiere decir que no haya que estirar. A mi me gusta más estirar al final y aprovechar los momentos previos a la carrera o la primera parte del entrenamiento para realizar un calentamiento, un tipo de carrera más suave para que la musculatura vaya adquiriendo la activación, la preparación y la temperatura adecuada para poder realizar la parte central del entrenamiento sin ningún tipo de problema.
Nada más terminar este entrenamiento o una carrera, es importante cambiar la ropa húmeda por ropa seca para evitar quedarnos fríos. En este momento vamos a estirar de manera suave cada grupo muscular.
El objetivo de estos estiramientos es llevar a nuestra musculatura al estado inicial, y para ello emplearemos un total de unos 30 o 40 segundos de estiramiento en cada uno de estos grupos musculares. Los estiramientos han no han de ser bruscos. Hay que realizarlos de una forma pausada y continua ayudándonos de nuestra respiración, de manera que de una manera suave conseguiremos que nuestra musculatura quede preparada y lista para el siguiente entrenamiento.
Estirar es importante y no nos lleva demasiado tiempo, alrededor de cinco minutos. Tan solo Cinco minutos que son imprescindibles para tener nuestra musculatura en perfecto estado de revisión.
No lo pienses y... ¡estira!